Inspírate para ser madre

La maternidad es natural, pero no es simple.

 

Puedes desear ser madre desde siempre, o ni siquiera te lo has planteado hasta ahora, que ya cumpliste los treinta.

 

Hay muchos condicionantes que inciden en la maternidad: las creencias de la propia familia, y su ejemplo. Si tu familia es una familia prolífica, que cada hijo tiene a su vez muchos hijos, tú tendrás claro que deseas al menos tener tres. O al contrario, querrás tener solo uno (o ninguno). Tu propia experiencia, con hermanos o sin ellos. Las tendencias de la sociedad en la que hayas crecido. Cuestiones de salud, de genética, y claro, cuestiones de dinero. Si hace mucho que estás en pareja, si todas tus amigas ya son madres...

 

Todo parece que importa pero en realidad solo importa lo que tú desees de verdad.

 

Ser madre también requiere de valentía

 

Para ser madre también hay que ser valiente, vaya que sí.

 

Por eso en esta web para aprender a ser valiente, también está el área para aprender ser madre. Esa madre estupenda y maravillosa que si la tuviste, quieres repetir. O al contrario, esa madre que hubieras deseado tener. O una mezcla de las dos...

 

Porque a ser madre (y padre) se aprende. Los humanos no somos como el potrillo que recién parido, se levanta sobre sus patitas delgadas y se acerca a la teta de la madre para comenzar a mamar, porque su código genético ya le impulsa a actuar de esta manera.

Una mamá humana tiene que aprender todo sobre cómo serlo, ya que en nuestro código genético no está predeerminada esta conducta.

 

Una madre emocionalmente extraordinaria

 

Se trata de esto, de aprender a ser una madre emocionalmente extraordinaria, y asimismo un padre emocionalmente extraordinario.

 

Porque el bebé durante los primeros años, aprende emocionalmente, no cognitivamente. Su sistema nervioso aún no está completado, pero sus emociones sí, están tan a punto como las tuyas o las mías. Desde luego el bebé nace con la capacidad de sentir las dos emociones básicas (placer y displacer), pero de ellas nacerán más tarde, todas las demás y también los sentimientos.

 

¿Te imaginas ayudar a tu bebé desenvolverse en el mundo con soltura y eficacia?

 

Si tú, su mamá, sabe como hacerlo, claro que sí.

 

Pregúntate ¿quiero convertirme en una madre emocionalmente extraordinaria?

 

Si es que sí, entonces clica el botón de abajo y ¡comienza tu aventura!